Soneto
¡Tú, albo centinela de sabana!,
señor caído emergiendo de la muerte,
perpetuo cual lucero del oriente,
tu cuesta en caminata es ¡oda urbana!
Es punto referente tu ventana;
paseo por el centro y gentil suerte,
en medio de edificios puedo verte,
¡radiante tu saludo en la mañana!
De niño en tu vagón o en tu canasta,
paisaje ensoñador, la urbe es mi piano;
fin de año, ¡tu alumbrado es entusiasta!
Del diario caminar fiel escribano,
tu luz es faro y blanco cineasta,
Bien eres tú, ¡orgullo bogotano!...
J.A.V.V.